François Berléand es un actor de cine, televisión y teatro francés, de padre moldavo y de madre francesa.
Explica su niñez en un libro aparecido en noviembre de 2006, El Hijo del hombre invisible; relata el trauma que le condujo a partir de once años las puertas de la locura, trauma extrañamente causado por una única afirmación de su padre: «De todos modos, tú, eres el hijo del hombre invisible», alusión al célebre folletín de la época. En el transcurso de estudios de comercio, sigue una formación teatral, algo pese a él, y debuta en una obra titulada "Sobre una playa del Oeste". Con sus estudios acabados, se inscribe en un curso de arte dramático de Tania Balachova, y coincide con Daniel Benoin, un escenógrafo con el que trabajará desde 1974 a 1981, participando en una quincena de espectáculos, tanto clásicos como contemporáneos. Después de haber frecuentado el equipo de Le Splendid, empieza su carrera cinematográfica en 1978. Encadena entonces papeles secundarios en los años 1980. Tras una serie de segundos papeles remarcables, entre los cuales Ma petite entreprise por el cual consigue el César del mejor actor secundario en 2000, obtiene su gran primer papel en la película Mon idole de Guillaume Canet, que lo revelará al público. Pero también gracias a su antigua compañera, la directora y comedianta Nicole García. En Martin et Léa (Alain Cavalier, 1979) interpreta a un inspector de policía, papel que hará numerosas veces en la pantalla (La balance, Les mois d'avril sont meurtriers, Marche à l'ombre, L'Appât, La mort du Chinois, Fred, Le Sourire du clown) por su físico frío, distante, y una mirada aguda. Será militar (L'Otage de l'Europe, Stella, Les milles, Capitaine Conan), detective (Suivez cet avion), cura (Au revoir las enfants) y psiquiatra en Le Septième ciel, la película que lo revela realmente al gran público, a finales de 1997.