Aldo cumple condena por fraude con tarjetas de crédito. Cuando es llevado al juzgado en el coche de policía, se encuentra con una pistola en la guantera y obliga al agente a cambiar el rumbo. Por el camino se encuentran a Giovanni, que detiene el vehículo para denunciar el robo de su coche ignorando la situación, y también es tomado como rehén por Aldo.