Un famoso cómico muere en un accidente de aviación y su equipo de producción, se queda sin su gallina de los huevos de oro. Reunidos en la habitación de un lujoso hotel, el productor, los agentes y la secretaria, más preocupados por el desolador panorama de sus carreras que por la muerte de su estrella, deciden buscar a alguien para que ocupe su lugar y convertirlo en el nuevo y fulgurante rostro de la televisión. En ese instante aparece tras la puerta de la habitación un torpísimo botones, Stanley Belt, quien parece tener potencial. Lo que el equipo de producción no tiene en cuenta es que, en ocasiones, las apariencias engañan...